Paghma Drolma

»El pueblo tibetano sufre una situación de vulnerabilidad por parte del Gobierno chino»

»No tenemos a nadie contratado para poder destinar todos los fondos a los proyectos»

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Gemma Pausa, voluntaria de Phagma Drölma. Lleva 6 años en esta asociación colaborando con el desarrollo de los asentamientos tibetanos en India. Trabajo que compagina con su empleo actual en el Hospital de Donostia, como técnico en rayos, pero no duda en irse a India siempre que puede. Esta asociación defiende los derechos humanos de la comunidad tibetana en el Tíbet y preserva y da a conocer el arte, el folclore, la filosofía y la cultura tradicional de este pueblo. Gemma explica las causas de la creación de esta asociación y los eventos que llevan a cabo para poder ayudar a los refugiados tibetanos.

¿Cómo surge Pragma Drölma?

Cuándo China entró en el Tíbet hace 70 años, miles de tibetanos tuvieron que salir del país y refugiarse en la India o en Europa. En la India hay aproximadamente 100.000 refugiados tibetanos acogidos en diferentes campamentos.

En 2008 coincidimos en un acto con unos monjes tibetanos que nos mostraron su preocupación por toda la situación que se estaba viviendo en el Tíbet y en los campamentos de refugiados. Quedamos en que íbamos a ayudarles con un proyecto muy pequeño, pero para pedir esas ayudas necesitábamos estar registrados con un CIF, y así poco a poco fuimos constituyéndonos en una asociación sin animo de lucro, Phagma Drölma. Hicimos un viaje a la India para ver el albergue y nos pusimos en contacto con la gente de allí. Somos una ONG muy pequeñita y somos todos voluntarios y voluntarias. No tenemos a nadie contratado para poder destinar todos los fondos a los proyectos.

¿Cuáles son vuestros objetivos?

Tenemos dos objetivos: conseguir fondos y sensibilizar a la gente dándoles a conocer la situación que está viviendo, por un lado, el pueblo tibetano en el Tíbet con una situación de vulnerabilidad de los derechos humanos por parte del Gobierno chino, y, por otro lado, los refugiados en los campamentos de la India.

¿Qué proyectos tenéis?

Colaboramos con la cooperativa de Dhargyeling para conseguir el equipamiento que necesitan y con la Tibetan Women’s Association para apoyar a las víctimas de violencia de género y que las mujeres tengan los mismos derechos. También estamos rehabilitando el albergue de Bialakuppe para mejorar las condiciones de vida de los niños y una residencia de ancianos en Dharansala.

Una o dos veces al año vamos a ver como se están desarrollando los proyectos. Allí tenemos un coordinador que ese encarga de la organización. Es otra cultura y solemos tener problemas con los plazos aunque los proyectos se acaban.

¿De dónde conseguís la financiación para estos proyectos?

El año pasado hicimos un concierto en el ayuntamiento de Donosti, donde actuaron dos coros: el de Kantakidetza y el de Kantaka. Actuaron gratuitamente y aunque la entrada también fue gratuita sacamos bonos de ayuda que se fueron vendiendo unos meses antes y al finalizar el concierto sorteamos una cena para dos personas. Los fondos fueron destinados al techo del albergue infantil. Lo más complicado fue concretar la fecha para que actuaran los dos el mismo día y luego le pedimos al ayuntamiento permiso para que pudiéramos usar el salón de actos.

También colocamos mercadillos en diferentes eventos, el día de la Solidaridad (15 de noviembre) colocaremos uno junto a otras ONG, gracias a las actividades que Guipuzkoa Solidarioa va a organizar ese día. También pedimos permiso al ayuntamiento para poder colocar esos mercadillos en la calle y hablamos con los voluntarios para que nos ayuden con la preparación del material, las carpas, los precios… Nos ponemos en contacto con una cooperativa de los campamentos de refugiados que hace artesanía, trabaja la lana… y les compramos a ellos el material. Así conseguimos que las cooperativas den salida a los productos que tienen allí y damos a conocer esos productos.

A nivel institucional conseguimos el dinero una vez que presentamos el proyecto en diputaciones, ayuntamientos… pero no siempre te dan toda la totalidad y nos tenemos que arreglar con la mitad. Nos dan un plazo de 6 u 8 meses para hacer el memorándum y justificar ese dinero entregándoles todas las facturas originales y las fotos que el gobierno local de los asentamientos nos envían.

¿Cómo dais a conocer los concierto o mercadillos que organizáis?

Normalmente por medio de carteles y la prensa, pero tiene que ser prensa gratuita así que mandamos el anuncio a Agenda. También teníamos página web pero hace unos meses nos la hackearon y hemos tenido que empezar otra vez a ponerla en marcha.

¿La sociedad está concienciada del problema que hay en la India?

Se conoce poco por eso uno de los objetivos es el de dar a conocer. Las ONG que existen trabajan con Latinoamérica o con África, pero Asia es la gran desconocida, nos pilla lejos. Mucha gente no sabe lo que pasa por allí. Para nosotros es importante dar a conocer la situación que están viviendo los refugiados tibetanos.

Miles de tibetanos tuvieron que salir del país y refugiarse en la India o en Europa

Es otra cultura y solemos tener problemas con los plazos aunque los proyectos se acaban